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Hola! Sólo por compartir brevemente mi visión acerca de tres características fundamentales que considero debe tener un ejercicio de coaching ágil profesional. Desde mi punto de vista, el coaching ágil debe ser AAA: Agnostic, Actionable & Accountable.
Agnostic (Agnóstico)
Nuestro trabajo como coaches ágiles no es la implementación o adopción de frameworks ágiles; es colaborar en la habilitación y refuerzo de la capacidad de adaptación y aprendizaje de una organización o equipo; elevar su nivel de consciencia. Es acompañar su camino hacia mejores resultados, hacia mejorar su capacidad de adaptación al entorno y buscar el bienestar de las personas, la organización y el ecosistema.
Más importante que el framework, es identificar la «brecha», la complejidad en el sistema y los patrones que impiden a las organizaciones y equipos a llegar al estadío que quieren llegar. Un coach no debe «casarse» con frameworks o herramientas, debe casarse con el propósito; y usar las herramientas adecuadas en el momento adecuado para alcanzar ese propósito.
Actionable (Accionable)
Sin acción no hay mejora. No sólo es entender un concepto, recibir un curso sobre Scrum, un taller de historias y hacer retrospectivas con una linda técnica; si no existen acciones de mejora no habrán cambios visibles o resultados; si no hay disciplina no hay mejora. El entender no es suficiente, hay que tener la intención. El tener la intención no es suficiente, hay que accionar. Y una única acción no es suficiente, hay que ir hacia el hábito. Hay que generar la reflexión y la consolidación del aprendizaje, y tomar la siguiente acción. Coaching es sobre resultados, es sobre cerrar brechas.
Entonces: Entendimiento -> Intención -> Acción -> Refuerzo (reflexión y más acción). Acción es un comportamiento con propósito.
Accountable (Responsabilidad e Involucramiento)
Accountable para mí es: responsabilidad e involucramiento.
Responsabilidad en decir y hacer lo correcto para el cliente; incluso si este no lo desea o no es lo que quiere oír. Ser íntegro con tus valores y recomendar desde tu experiencia lo que se siente y sabe que es correcto y bueno para el momento que atraviesa el cliente y su contexto actual. Es ayudar a buscar transfomaciones y cambios sostenibles que puedan seguir generando aprendizaje incluso cuando ya no estemos allí. Es el acto más honesto y profesional.
Involucramiento, significa que no se puede generar un coaching ágil efectivo a través de visitas esporádicas estilo «tome esta pastilla y nos vemos en tres meses». Se debe «acompañar» al coachee, se debe reforzar su aprendizaje, se debe despejar su camino, se debe ayudar a corregir o reforzar la técnica, se debe expresar con ejemplo, se debe inspirar la interiorización de los principios. Hay que estar presente. Entender que como coaches, somos parte del proceso; verlo y sentirlo desde adentro, no como expectadores. No siempre estás en la cancha, pero estás en la línea apoyando a tus equipos hasta el momento que el coachee lo necesite. En mi experiencia, el coaching es un camino de crecimiento para ambos: el coachee y el coach.
En mi ejercicio de coaching ágil, trato y trabajo cada día para hacer de mi coaching, un coaching AAA.
Espero que esta reflexión te aporte. Gracias por leer.
Johnny